Escribir nuestra propia historia puede ser difícil pero no es tan duro como pasar la vida huyendo de ella. Aceptar nuestra vulnerabilidad es arriesgado, pero no es tan peligroso como renunciar al amor, a la pertenencia y a la alegría, que por otro lado son las experiencias que nos hacen sentir más vulnerables.

Solo cuando tengamos el valor suficiente para explorar la oscuridad, descubriremos el poder infinito de nuestra luz.

Besos y Abrazos