¡Ay, soledad!

Tan temida por muchos, siendo la gran desconocida.
Decía Gustavo Adolfo Bécquer que
«La soledad es el imperio de la conciencia».
Desgraciadamente le tenemos tanto miedo a la soledad, que tratamos continuamente de evitarla, pero por mucho que lo hagas al final está llega, aunque no la desees.
La soledad mal llevada es muy mala consejera pues puede hacer que te comportes de manera dañina o que busques compañías inadecuadas.
Por eso hay tanta gente que se siente sola sin estarlo. Gente rodeada de gente, y en soledad.
Claro que la soledad puede resultar incómoda, sobre todo lo que más nos cuesta es estar con nosotros mismos. Y esa es la clave de la vida o al menos para mí. Saber disfrutar de tu propia compañía.
En la soledad tenemos la oportunidad de encontrarnos a nosotros mismos, desde el silencio delator de la palabra interior.
Por eso decimos que no hay mejor compañía que saber estar con uno mismo, para nunca más sentirte sola. Para nunca más sentirte vacía.
Cuando se aprende a manejar la soledad se gana:  Autonomía, Independencia y
Conocimiento personal, ya que te ayuda a conectar contigo.

Además, te permite pararte, para reflexionar sobre lo que sientes, para hacerte ver lo que quieres o lo que no quieres. Pero sobre te ayuda a estar en paz contigo mismo.
La soledad, te permite si tú la dejas en dejar de ser, tú mayor enemigo para darte la mano y ser tu gran aliada.
Saber estar contigo es necesario pues siempre, siempre, allá donde vayas, la soledad siempre irá contigo.
Hazte amig@ de ti.

Besos y Abrazos