Lo que ocurre cuando abandonamos los resentimientos:
«Trata de imaginarte a ti mismo completamente en paz
con todo el mundo y con todas las cosas,
a salvo en un mundo que te protege y te ama,
y al que tú, a su vez, amas.

Siente como la seguridad te rodea, te envuelve y te sustenta.

Trata de creer, por muy brevemente que sea,
que no hay nada que pueda causarte daño alguno.

Y di para tus adentros:
«El Amor no abriga resentimientos».
Y así será.

Besos y Abrazos