Hace ya tiempo que abandoné mis viejas botas
y decidí andar por la vida sin miedo.
Ir contra corriente.
No caminar junto a toda esa gente que calla,
por miedo al que dirán,
que aceptan una realidad que no les hace feliz,
que intentan  quedar bien con todo el mundo
y que mienten antes de decir una verdad
que pueda doler.
Las cosas son así,  no pasa nada,
cada cual puede vivir su vida como quiera.
Pero yo ya aprendí
que no se puede hacer feliz a todo el mundo,
que todo lo que te callas,
todo lo que te dejas dentro,
se acaba pudriendo.
Así que hace tiempo que perdí el miedo
y con él, también perdí a gente por el camino.
Pero sabes una cosa?
Ojala lo hubiera perdido mucho antes…

Anónimo

Besos y Abrazos

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