Estás en ese momento de tu vida en él que sientes que debes de dar un salto pero tus miedos te paralizan.
Nos asustan los cambios, y es normal, porque son difíciles.
La vida es un constante cambio y a veces, hay que tomar ciertos riesgos para crecer a nivel personal, profesional, económicamente o como pareja.
A veces un cambio nos produce tanto temor, que preferimos aposentarnos y dejar que el cuerpo somatice nuestra infelicidad con mal humor o incluso con episodios reiterados de ansiedad o de tristeza, en vez de afrontar la realidad y tratar de buscar una alternativa.

¡Claro que la incertidumbre es un riesgo!

Si no arriesgas y luchas por lo que tanto deseas habrás perdido la oportunidad.

Titus Livius, historiador romano, decía que el miedo siempre está dispuesto a hacernos ver las cosas peores de las que en realidad son. La mayoría de nosotros después de enfrentarnos a esos miedos, hemos afirmado frases como después de todo no era para tanto, si lo llego a saber lo hago antes, etc..
Esto es un claro ejemplo del poder que les damos a nuestros miedos.

La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, considerada la principal autoridad sobre el acompañamiento a enfermos terminales, decía que a la pregunta ¿Qué volvería a hacer si viviera?, la respuesta en la totalidad de los casos es: ‘Me arriesgaría más».

Cada riesgo implica miedo, quizás todos te digan que estás loca o loco, que aguantes, que la situación social esta mal, que tienes responsabilidades que asumir… Si te planteas hacer un cambio en tu vida, es muy importante tener claro los motivos de llevarlo a cabo. Porque si tienes claros los por qué y para qué de tu decisión, la mitad del camino ya lo tienes recorrido. Apostar por una misma te hace creer en ti y en tus posibilidades.
Es la oportunidad de aprender, de creer en nosotros y reforzar nuestra autoestima, clave para ir superando todos los retos que nos vayamos planteando.

¿Te vas a quedar con las ganas cuando tienes solo una vida que puede caducar de un momento a otro?

Hay mucho por descubrir y experimentar en el mundo de los vivos. Por todo ello, no dejes de arriesgar, toma decisiones y no dejes de vivir, como si mañana no existiera, porque puede que así sea y ya no tengamos esa opción.

El miedo se tiene, la cobardía se elige.

Besos y Abrazos