La llegada

Es una película que a primera vista parece de ciencia ficción, en la que una reputada lingüista se pone a las órdenes del ejército estadounidense para intentar entender a una misión extraterrestre que llega a nuestro planeta con intenciones poco claras y se encuentra con un monumental fresco sobre lo que somos, lo poco que somos. Pero en el trascurso de la película su director nos cuenta la historia más vieja del mundo: la del amor de una madre por su hija.

En la película el tiempo es el centro, la misión y la clave y en esa frecuencia donde La llegada rompe cualquier pronóstico. Nos plantea un axioma que nos puede resultar aterrador, ¿serías capaz de hacer lo mismo si supieras lo que va pasar de antemano? Así, al ver la vida sin las limitaciones lineales, la reflexión de la protagonista se convierte en la nuestra. Como si te concedieran algo extraordinario que acabara siendo una maldición.