Me gustaría ofreceros algunas sugerencias para que podamos pasar estos días de confinamiento de una manera más llevadera, e incluso más saludable, aunque nos parezca difícil, está en cada uno de nosotros no caer en la desesperanza.

En estos momentos de tanta preocupación, de tanta inquietud, no es nada raro que tendamos a aislarnos emocionalmente. Podemos incluso cerrarnos en nosotros mismos, aislarnos, no queriendo compartir con nadie lo que estamos sintiendo, las inquietudes que tengamos, las necesidades que también nos está haciendo experimentar la situación que todos estamos viviendo. Os recomendaría que busquéis el contacto, y no me refiero al contacto físico, sino a la conexión emocional, al desahogo. No dejéis que está situación os vuelva tan para dentro que os anule compartir vuestras emociones.

Ventilar lo que sentimos no solo es necesario, sino que es incluso adaptativo.

Abrirnos a esa vulnerabilidad, a esa fragilidad que tiene el ser humano, esto no es un signo de debilidad, sino todo lo contrario, es signo de una extraordinaria fortaleza. Poder expresar lo que sientes, “siento miedo, siento inquietud”, hacer esto no te convierte en una persona débil sino en una persona que es tan fuerte que no tiene miedo a mostrar su fragilidad, su vulnerabilidad.

No te olvides que nuestra mente no para de pensar, nunca se queda quieta, la mente siempre va a producir pensamientos de todo tipo y como desgraciadamente el entorno que nos ha tocado vivir en estos momentos es tan difícil y tan dramático, nuestra mente nos llevará al peor escenario, al ser humano esto le resulta fácil ya que su tendencia yo diría que casi innata es pensar las cosas de manera negativa, cuanto más con lo que nos está pasando. Por lo que te invito a que te plantees de una manera intencionada el ejercicio de que pienses de manera positiva, tenemos la libertad de decidir en que queremos pensar, por eso el trabajo ahora te podría llevar a pensar en cosas positivas, en cosas que pueden salir como aprendizaje, como descubrimiento, como una nueva senda en tu vida de lo que está ocurriendo.

Si no hacemos este ejercicio, acabaremos dejándonos arrastrar cada vez más por esa cascada de pensamientos negativos y acabaremos experimentando unos niveles de ansiedad e incluso de depresión que lejos de ayudarnos a encontrar soluciones cuando esto pase, que pasará, nos vamos a encontrar en una situación de hundimiento de la cual os aseguro que no es tan fácil de salir.

Como diría Viktor Frankl psiquiatra, autor, del libro, “El hombre en busca de sentido”, él nos dice:

El hombre que se levanta es aún más fuerte que el que no ha caído”.

Esta situación nos guste o no, nos está llevando a un momento de parar, de reflexión.

Cuando atravesamos un momento traumático todos “morimos un poco” todos dejamos ir una parte de nosotros mismos que ya no volverá, que ya nunca será igual por lo que estamos llamados a ser como el ave fénix, poco a poco renaceremos para darnos cuenta de que somos más fuertes de lo que pensábamos.

Juntos Venceremos.
Besos y Abrazos