Frente al egoísmo y la vanidad, que sólo llevan a mirar hacia uno mismo, la gratitud implica mirar hacia los demás y reconocer lo bueno que hay en ellos. Agradecer es dar, compartir: a través del agradecimiento nos acercamos al otro, pues dar las gracias a alguien establece un vínculo emocional muy fuerte y enriquece la relación personal.
El agradecimiento nos ayuda a saborear la vida. Valorar y dar las gracias por todo lo que nos sucede, así como reconocer a quienes contribuyen a ello, nos acerca un poco más a la felicidad.
Dice un refrán popular que “De bien nacido es ser agradecido”.
La gratitud es un sentimiento que nace cuando somos capaces de apreciar lo que otra persona ha hecho por nosotros. No debemos confundir gratitud con “devolver un favor”; no se trata de pagar una deuda, sino de reconocer la generosidad de los demás.
Cuentan que una mujer en un cálido día de verano llevó a su querido hijo Pablo al lago para bañarse. Pablo, aunque ya sabía nadar, se arriesgó un poco más que otras veces y se terminó alejando bastante de la orilla. De pronto le dio un calambre en el pie, se empezó a poner nervioso y a agitarse, tragó agua y todos los indicios hacían suponer que iba a ahogarse. La madre que lo vio comenzó a gritar socorro y a pedir auxilio para que alguien ayudara a su hijo ya que ella se sentía incapaz de hacerlo.
Un muchacho joven y valiente que pasaba por allí no se lo pensó dos veces y se lanzó al agua, nadando hasta Pablo y trayéndole sano y salvo hasta la orilla donde se encontraba su madre. La mujer, al ver a Pablo, se volvió hacia su rescatador y le reprochó, decepcionada, severamente: “Oye, espera un momento…Pablo llevaba unas gafas y un gorro de baño, y dónde están ahora, ¿eh?…”.
Reflexión:
Aunque este caso nos parezca exagerado, la verdad es que se da más frecuentemente de lo que creemos, ya que cuando un suceso traumático irrumpe en nuestra vida y de una manera u otra se resuelve favorablemente para nosotros, muchas veces no somos capaces de disfrutarlo en todo su apogeo, sino que nos detenemos más en los daños colaterales que nos ha supuesto haber superado este hecho no deseado e inesperado, como le paso a la madre de Pablo, que solo fue capaz de fijarse que a su hijo le faltaban algunos objetos y no, que estaba vivo y a salvo.
Ciertamente la vida no es un camino fácil y podemos pasar por numerosos contratiempos; sin embargo, también tenemos la oportunidad de vivir cosas hermosas, de prosperar, de lograr aquello por lo que luchamos…Ser conscientes de las cosas buenas y poder expresar nuestro agradecimiento es un camino que hay que recorrer para alcanzar la felicidad.
Muchas personas juegan un papel fundamental en nuestras vidas. Nos inspiran, nos apoyan, nos ayudan a superarnos…Ser capaces de expresar nuestro agradecimiento a las personas que queremos en el momento adecuado es una virtud que debemos y podemos cultivar.
Vivir del recuerdo, por otra parte, nos distrae del presente, cuando nos empeñamos en revivir una experiencia que ya pasó y que hoy no forma parte de mi vida, finalmente acabaremos decepcionados y sobre todo habremos hecho uso de un enorme desgaste psíquico y emocional.
El resentimiento estrecha la vida, mientras que la gratitud la expande, incrementa la alegría y mejora nuestras relaciones. Por eso aprender a expresar nuestra gratitud a las personas que queremos es una fuente de felicidad y de enriquecimiento. La gratitud une a las personas, aumenta nuestra disposición de ayudar, a ser amables, responsables y afectuosos.
Recuerda: «Ayer es historia, mañana es un misterio y hoy es un regalo, por eso se le llama Presente».
Besos y Abrazos