Si vives con miedo, en realidad no vives.

Los pensamientos que tienes o bien refuerzan tu miedo o bien ensanchan tu amor. El amor crea más amor, se expande a sí mismo. El temor crea más temor, especialmente cuando está oculto. También generas más miedo cuando actúas por miedo.

La verdadera libertad consiste en hacer las cosas que más nos asustan. Atrévete y encontrarás la vida, en lugar de perderla. A veces vivir una vida segura, con mucho respeto a todos nuestros miedos, preocupaciones y ansiedades, es lo más peligroso que podemos hacer. No conviertas el temor en una parte permanente de tu vida: si te desprendes del miedo, o si al menos vives a pesar de él, verás que, sorprendente y paradójicamente, te sentirás seguro. Puedes aprender a amar sin titubeos, a hablar sin cautela y a protegerte sin estar a la defensiva.

Cuando dejamos atrás nuestros miedos, descubrimos una nueva vida. Finalmente conseguimos abandonar nuestros miedos gracias al amor.

Besos y Abrazos