No le pidas a una persona en duelo que sea fuerte cuando no lo puede ser.
No le aconsejes que no llore, porque las lágrimas son parte del dolor.
No compares su pérdida con otra, porque cada duelo es único y personal.
No le empujes que contenga sus emociones porque sería agregarle más carga.
Acompañar en el dolor no significa darle ánimo para quitarle las penas.
El silencio muchas veces es tocar con respeto el alma del que está sufriendo.
Cuando alguien está en duelo, está viviendo por primera vez una situación que no ha vivido anteriormente en la vida.
¡Claro, que es normal que este raro o rara! Esto puede ser muy normal.

¿Quizás pueda ocurrir que estás esperando que esa persona que está en duelo, se comporte como lo hacía antes?

¿Te has planteado que a lo mejor no sabe, o no puede hacerlo de otra forma?

¿La estás acompañando tú de una manera distinta a como la o habías acompañado hasta ahora?

Podría ser otra forma de ver las cosas, ¡no te parece!

Besos y Abrazos