Cada persona tiene su propio dolor emocional.

Cuando ese dolor nos invade, nuestro cuerpo y mente nos piden a gritos que escapemos. Lo llamamos «Huida en desconexión».

Nuestro cuerpo y mente tienen memoria, todo lo vivido y cómo lo recordamos afecta nuestras vidas. Ya lo decía Carl Jung «de lo que huyes, te persigue».

El camino hacia la sanación no es una línea recta, es una espiral en la que continuamente regresamos a lo que creíamos entender para descubrir nuevas verdades…

Besos y Abrazos