¿Alguna vez amaste tanto a alguien, que intentabas entenderl@, aunque su actitud te hiciera daño?

¿Te has visto alguna vez cuestionándote, por qué lo hace, o has tratado de buscar respuesta para justificar lo injustificable?

Tu cabeza a veces te presenta múltiples preguntas que tú mism@ tratas de responder:

¿Qué esperabas? ¿Qué actuará cómo tú lo harías?, ¿Qué se acordase de ti, como tú lo haces?, ¿Qué te echara de menos, como tú lo extrañas?, ¿Qué te amará como tú lo amas?

Cada uno tiene una forma de amar, de querer, de desear, de extrañar, de necesitar.

Qué maravilla que seamos distintos pero que dolor más grande cuando no siente lo que sientes tú.

Amarte, amar y ser amado (en ese orden y no al revés).

A veces lo que más duele, es dejar ir la idea de lo que pudo ser, que lo que realmente fue.

Si no ves tú propio valor, elegirás a personas que tampoco lo vean.

No te olvides: Parar, respirar y sobre todo vivir siendo tú.

Besos y Abrazos