He aprendido que cuando me siento herida, molesta o enfadada es una señal para parar y observar de otra manera lo que estoy pensando, pero no, de la otra persona, sino que te dices a ti mismo de esa situación que estas viviendo.
«Nunca estamos enfadados por el motivo que creemos que estamos enfadados».
Nos olvidamos que los pensamientos son siempre una propuesta o una posibilidad que te da tu cerebro, no son hechos, no tiene que ser verdad, aunque lo estés pensando tú.
Qué bueno sería integrar en nuestras vidas el «parar» y «la duda», dudar, es algo necesario. Le otorgas a tus pensamientos una credibilidad, que no tienen.
Nunca, nunca, podremos cambiar las circunstancias que nos han tocado vivir o que nos tocará vivir, como tampoco los acontecimientos. Pero siempre, siempre, podremos elegir nuestra actitud.
Esa es nuestra gran libertad.
Solo tú haces esa elección, tú decides en cada momento que comportamientos vas a tener.
El gran antídoto del miedo, es el Amor.
Seamos «Co-Creadores» de un mundo que nazca cada día en el AMOR.
Juntos Venceremos.
Besos y Abrazos virtuales.