Atrevernos a pedir ayuda es un acto de valentía y no de cobardía como muchos piensan.
En ocasiones deberíamos dejar atrás el orgullo y la fuerza, para poder pedir ayuda a las personas que nos rodean. Deberíamos aprender que no siempre podremos resolver todos los problemas solos.
El saber,l «dar» y el «recibir» ayuda, es un aprendizaje importante para la vida.
Besos y Abrazos