Confía, después de un tiempo, dejará de doler o ya no te importará.

No te juzgues por tu pasado, ya no vives allí, y al revivirlo una y otra vez, solo te mantendrá en el dolor.

Nada ni nadie se merece que desperdicies o desprecies tu vida, lo que pasó, paso y si no aprendes de ello, lo estarás colocando en el centro de tu vida. Aunque no te lo creas eres tú, el/la que le das toda la importancia.

Si eres honest@ contigo, verás que nada de todo eso, te está pasando ahora, solo está en tu mente, y tú, lo estás reviviendo una y otra vez, como en el día de la marmota.

Perdona «te» todo ese resentimiento que albergas en ti y sigue tu camino.

«Ríe de la confusión, sonríe a través de las lágrimas, sé fuerte y sigue recordándote a ti mism@ que todo pasa por una razón» (John Mayer).

Besos y Abrazos